martes, 24 de marzo de 2020

“Quédate en casa”

El cafecito de hoy
Quédate en casa

¿Recuerdas cuándo éramos niños y jugábamos a la sillita caliente? Se colocaban, por ejemplo, ocho sillas y diez niños. Comenzaba la música y al detenerla todos debían tratan de sentarse. Los que tardaban más tiempo en hacerlo se quedaban sin silla y tenían salir del juego. 

Algo similar pasa hoy en día con esta pandemia qué nos afecta a todos a nivel global. La música hace rato que se detuvo. Pero aun sigo viendo a muchos corretear en círculos. Entretenidos, con ganas de seguir bailando. Porque para ellos es muy aburrido el sentarse. 

Muchos con su razón. Porque no cuentan con los recursos para encerrarse con su familia, ya que viven el día a día. Y deben salir a buscar el pan diario. Pero otros lo hacen solo por el simple hecho de no acatar ordenes. De ser egoístas y pensar solo en ellos. Prefieren ser un puente de contagio a estar aburridos en cuatro paredes. 

Pero este virus no reconoce si eres trabajador o simplemente no quieres estar aburrido en casa. Este virus no pregunta si eres rico o pobre, negro o blanco, si vives en un lujoso apartamento o si vives en una humilde casa. Y lo más lamentable es que esa decisión de no cuidarnos y encerrarnos en nuestras casas por un tiempo, traerá consecuencias sobre nosotros, nuestros familiares, nuestros amigos y sobre nuestra nación. 

Que la ignorancia no te encuentre bailando y corriendo en círculos, mientras otros buscan donde sentarse al momento de detener la música. El quedarse en casa no es una orden autoritaria de alguien que te quiere joder la vida. Es el único plan que podemos usar contra esta pandemia que nos azota a todos. 

Porque una vez que la música se detenga, si aun no estas sentado, en tu casa, puedes quedar fuera del juego para siempre. Y peor aun, puedes hacer que otros, que sí se quedaron en casa, también puedan ser contagiados con este virus. 

Hoy todos en casa, para que mañana al salir, no falte ninguno. Que la ignorancia y el virus no te encuentren bailando distraído. Quédate en casa.

¡Que tengas un día bendecido!
Néstor Ortega
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jueves, 19 de marzo de 2020

“Y todo cambió”

El cafecito de hoy
Y todo cambió

En el preciso momento en que nos creíamos el centro del universo. Cuando los más poderosos miraban con menosprecio a los más pequeños. Cuando sentíamos que las cosas más importantes en esta tierra era la popularidad, el poder y el dinero. Todo cambió.

De repente se llenó el mundo con la nefasta promesa de un Apocalipsis viral y de pronto las fronteras que se defendieron con guerras se quebraron con gotitas de saliva. Hubo equidad en el contagio que se repartía igual para ricos y pobres, las potencias que se sentían infalibles vieron como se puede caer ante un beso y un abrazo.

Y nos dimos cuenta de lo que era y no importante. Y entonces una enfermera se volvió más indispensable que un futbolista, y un hospital se hizo más urgente que un misil. Se apagaron luces de estadios, se detuvieron los conciertos, los rodajes de las películas, las misas, los cultos y los encuentros masivos.

Entonces en el mundo hubo tiempo para la reflexión a solas. Y esperar en casa que lleguen todos, para reunirse frente a fogatas, mesas, mecedoras, hamacas, y contar cuentos que estuvieron a punto de ser olvidados. 

Tres gotitas de mocos en el aire nos han puesto a cuidar ancianos, a valorar la ciencia por encima de la economía. Nos ha dicho que no solo los indigentes traen pestes, que nuestra pirámide de valores estaba invertida. Que la vida siempre fue primero y que las demás cosas solo eran accesorios.

No hay un lugar seguro, en la mente de todos nos caben todos y empezamos a desearle el bien al vecino. Necesitamos que se mantenga seguro, necesitamos que no se enferme, que viva mucho y que sea feliz. Y junto a una paranoia hervida en desinfectante nos damos cuenta que, si yo tengo agua y el de mas allá no, mi vida corre peligro.

Puede ser, es solo una posibilidad, de que este virus nos haga más humanos y comencemos a valorar las cosas que realmente importan en esta vida. Desde mi sexto día de cuarentena en Madrid te deseo…

¡Que tengas un día bendecido!
Néstor Ortega
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miércoles, 18 de marzo de 2020

“El Coronavirus”

El Cafecito de hoy
El Coronavirus

Después de un largo tiempo sin escribir, he decidido volver a tomar la tinta en este momento de cuarentena en el que nos encontramos. 

Hace unas semanas leí un articulo sobre un hombre de 50 años de edad, que decidió quitarse la vida tras creer que padecía Coronavirus e intentara evitar que sus familiares y vecinos se contagiaran. Balakrishbayya, vivía con su familia en la aldea de Srikalahasti en el estado indio de Andhra Pradesh.

De acuerdo a la información, el hombre acudió al hospital por una supuesta enfermedad cardíaca, por lo que los médicos le indicaron que usara una máscara cuando comenzara a presentar signos de resfriado.

Sin embargo, dicha información no quedó muy clara para Balakrishbayya y creyó que estaba contagiado del virus de Wuhan, China, que hasta ahora ha matado a más de 7,000 personas. Su hijo, comentó a los medios que su padre malinterpretó las palabras de los doctores, e incluso fue tanta su preocupación que buscó los síntomas del virus en Internet y terminó de convencerse.

Desafortunadamente, convencido completamente de que padecía Coronavirus, encerró a sus familiares en su casa para que no intentaran detenerlo, y sin pensarlo dos veces se ahorcó fuera del domicilio.

Con esta situación, lo que me ha dado que pensar, es la forma de comportarse de la gente dependiendo de las nacionalidades. Desde Alemania, un amigo español, me cuenta que en su barrio, de cada 10 alemanes hay un extranjero como máximo. Desde hace días, cuando iba al gimnasio y al supermercado, notaba que la afluencia de gente empezaba a disminuir, y muchas veces llegó a estar solo en muchos sitios. Al salir a comprar, casi el 50% de las personas que salían eran de otras nacionalidades y no alemanes.

Un caso más interesante es que hay ciudades en Alemania que sin tener ni un caso de coronavirus y sin que nadie les dijera nada, se pusieron en cuarentena para evitar que algo pasara. Hay muchas cosas que no me gustan de los alemanes, pero en cuanto a responsabilidad, las personas están dando un ejemplo, mas aun que los gobiernos. 

A nivel político, todos los países estamos actuando tarde y mal. Pero no es responsabilidad de los gobiernos sino de nosotros mismos el cuidarnos. No debemos esperar que nuestros políticos anuncien una cuarentena para comenzar a cuidarnos y protegernos. Créanme que cuando ellos tomen la decisión de hacerlo ya será tarde. Pues hay muchos intereses en juego. 

No hay un peor virus que la desinformación. No compartamos informaciones sin primero confirmar su veracidad. No sembremos el pánico, mas bien compartamos la esperanza. Esto también pasara. Pero depende de nosotros el impacto que tenga. Muchas familias perderán seres queridos. Por eso es hora de mantenernos unidos y con el favor de Dios saldremos de esta. 

Es el tiempo de usar la mejor vacuna. ¨Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra¨. (2 Crónicas 7:14)

Estos días de cuarentena pidamos a Dios que nos guarde y sane nuestra tierra. De mi parte intentare seguir escribiendo diariamente, compartiendo artículos y frases de esperanza, que tanta falta nos hace en estos momentos. Sigue @ElCafecito en instagram. 

¡Que tengas un día bendecido!
Néstor Ortega
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lunes, 7 de octubre de 2019

“Las Elecciones”


El Cafecito de hoy
“Las Elecciones”

En una ocasión coincidieron uno de los empresarios más importantes de nuestro país y el presidente de la República de aquellos tiempos. Mientras le mostraba las instalaciones de su gran empresa, el político tuvo la ocurrencia de presumir de los miembros de su gabinete. Luego le hizo una pregunta un tanto comprometida e indiscreta: "¿Qué te parecen?". El anfitrión calló la primera vez, calló la segunda y, ante la insistencia, en medio de su silencio, cada vez más espeso, contestó: "Yo no los contrataría".

El arte de callar no le correspondía al industrial, sino al político. ¿Es acaso más difícil crear de la nada una empresa multinacional y conducirla exitosamente durante décadas que dirigir el gobierno de una nación secular, repleta de funcionarios? Me hubiera gustado que los protagonistas de mi anécdota me lo contestaran.

Gandhi decía que los partidos estaban para que las personas no tuvieran ideas propias. El partido le dice al líder qué línea debe seguir. El partido intenta decirle al votante a qué político debe votar y se interpone entre el pueblo y sus representantes.

Hoy solo existen bandos enfrentados. Ian Kershaw, en su monumental historia de la Europa del siglo XX, destacaba la importancia que tuvieron los políticos en la posguerra. Líderes que, en medio de la ruina, le devolvieron el carisma y la credibilidad a la política.

Hoy todo brilla por su ausencia. Los políticos actuales solo quieren asegurar su futuro y el de los suyos, sin tener la mínima preocupación de servir y mejorar nuestra patria.

Mi tierra, Republica Dominicana, es un paraíso que ha sido mal administrado durante años. Con tantas riquezas que poseemos y solo unos cuantos han podido beneficiarse de ellas. El día que se levante un gobierno con amor por nuestra patria, veremos el potencial que tenemos como país.

Mientras tanto nos toca a nosotros, como pueblo, hacer crecer la educación en nuestros hijos. De ellos será la responsabilidad de cambiar nuestra nación. Hoy la política es solo un juego, un negocio y nosotros somos sus clientes.

La falta de educación no nos permite ver mas allá de nuestros problemas, los cuales intentamos olvidar con música y cerveza. Pero luego del vacilón, nuestros problemas siguen ahí, esperando por nosotros.

No esperemos que los políticos resuelvan nuestros problemas. Levantémonos como pueblo, como la mayoría, a exigir que cumplan sus promesas de campaña. Y de no ser así, que nuestra memoria no nos traicione para futuras elecciones.

¡Que tengas un día bendecido!
Néstor Ortega
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