¡Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Desde hace días estoy pendiente al aviso de una tormenta
que se acerca a mi país, Republica Dominicana y de inmediato se están empezando
a tomar las medidas para contrarrestar y prevenir a tiempo cualquier desastre
natural que emerja.
Cuando sabes que viene un “evento anunciado” de cualquier
tipo es fácil tomar medidas y prevenir. ¿pero que pasa cuando es un evento que
no se puede predecir?
Nos toma desprevenido, por sorpresa, sin preparación
alguna.
En la vida vivimos preparándonos para contrarrestar
cualquier situación, pero hay algunas que nos toman por sorpresa, para las
cuales no estábamos preparados.
La muerte, un rompimiento, una enfermedad, una traición,
una desilusión y la lista en infinita. ¿Como reaccionamos cuando aparecen estas
situaciones repentinas?
Te contare un secreto. Ningún ciclón o huracán dura para
siempre; y ningún problema tampoco.
La vida trae consigo situaciones y Dios envía las maneras
como resolverlas sin salir afectados o con el corazón dañado.
Recuerda: Después de cualquier tormenta, indiscutiblemente
viene la calma. Lo que estas pasando en este momento es pasajero, esa nube
negra no durara para siempre, y mañana saldrá el sol.
¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega
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