jueves, 29 de mayo de 2014

"El Halcón"

El Cafecito de hoy.
"El Halcón"

El Rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó a un maestro para que los entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunico al rey que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía. 

No se había movido de la rama desde el día de su llegada al palacio, a tal punto que había que llevarle el alimento hasta allí.

 El Rey mando a llamar curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargo entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. 

Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el pájaro continuaba inmóvil.

 Publicó por fin un edicto entre sus súbditos, aquel que lograra que el halcón volara lo premiaría con oro. A la mañana siguiente vio al halcón volando ágilmente en los jardines. Traedme al autor de ese milagro, dijo.


Enseguida le presentaron a un campesino. ¿Tu hiciste volar al halcón? ¿Como lo hiciste?
 ¿Acaso eres mago?
 Entre feliz e intimidado el hombrecito explico:

 No fue difícil, su alteza; solo corté la rama, el pájaro se dio cuenta que tenía alas 
y empezó a volar.

Cuando no conoces tus dones y habilidades difícilmente puedas desarrollarlos y explotarlos. Por eso a veces Dios nos permite pasar por situaciones difíciles para que saquemos lo mejor de nosotros. Mientras estamos cómodos vivimos limitados, por eso muchas veces, Dios nos saca de nuestra comodidad para afrontar los retos que la vida nos trae y así sacar a flote nuestros dones, habilidades y nuestras mejores armas. 

Todos los sueños comienzan en la mente, nuestro trabajo es sacarlos de ahí y hacerlos realidad. Pero si nuestra mente es limitada nuestros sueños también. Dios quiere que soñemos en grande y El nos dará las fuerzas para cada día levantarnos a luchar por ese sueño.

Vigila tus pensamientos, pues éstos se convierten en palabras. Vigila tus palabras, pues éstas se  convierten en acciones. Vigila tus acciones, pues éstas se convierten en hábitos. Vigila tus hábitos pues éstos conforman tu carácter. Vigila tu carácter pues este se convierte en tu destino.

¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega